¿Sabías que no cortar los árboles luego de un incendio forestal es beneficioso para el ecosistema y la biodiversidad? Acá te contamos cuáles son.
- Son fuente de alimento:
Los árboles muertos se convierten en el hábitat y el alimento para una gran diversidad de hongos e insectos que a su vez son alimento de otros animales como las aves. Esta red de alimentación permite la regeneración del ecosistema. - Son fuente de materia orgánica:
Entregan los nutrientes necesaria para el reciclado de los ecosistemas (ciclos biogeoquímicos). Si se extraen puede producirse una pérdida de fertilidad que afectará gravemente el ecosistema. - Son lugar de anidamiento:
Se convierten en imprescindibles para la reproducción en algunas especies que construyen sus nidos en cavidades de los troncos. - Son refugio y dispersión de semillas:
Muchas aves defecan semillas mientras se posan en árboles quemados y ayudan a la dispersión de las semillas más la regeneración de la zona incendiada. - Son factor de protección ante la erosión:
Las copas de los árboles aún son de utilidad y disminuyen el impacto de la lluvia en el suelo. De esta manera disminuyen el potencial de erosión post incendio. - Son factor de retención de humedad:
En algunos casos retienen la niebla lo que contribuye a mantener mayor humedad en el ecosistema. De esta manera hay una mejor regeneración del suelo. - Son fuente de rebrotes:
Existen árboles que tienen la capacidad de rebrotar y no cortarlos permite la posibilidad de rebrotes de copa o tronco para algunas especies. Así el bosque se regenerará mucho más rápido. - Reducen la intervención humana:
Se evita la irrupción de maquinaria pesada y el arrastre de troncos. Se mantiene un ambiente semiforestal beneficioso para la regeneración y el funcionamiento del ecosistema forestal.